Para mí, viniendo de una ciudad del occidente, donde el tiempo alcanza para todo, fue bastante difícil los primeros meses adaptarme. No tanto por el tema del tiempo, los servicios insuficientes, y el exceso de población... El tema es la gente de Caracas. Cuando no conoces a nadie en esta ciudad, es muy difícil hacer amigos. La gente es fiel al cumplimiento de los horarios, y siempre hay un "rush" (apuro) por llegar a casa, a preparar lo del día siguiente, y así sucesivamente toooodos los días, se repite la misma historia.
Otro detalle está, en llegar a una oficina en donde el 99% del personal son mujeres con más de 40 años, casadas y con hijos.... Tooodas están interesadas en irse a casa no más el reloj marca las 4:00pm.... Y a esa edad nadie anda pendiente de hacer amigas nuevas, y mucho menos una carajita de 24 años....
La ingenuidad me llevó a permitir que el jefe de turno abusara de mi tiempo, trabajo extra, horas extra, menos horas de sueño, menos tiempo para conocer gente, cero amigos, y menos vida... Dejé que un "vampiro" me robara la energía durante dos largos años.... Rudo no?... Bueno... a veces la inexperiencia, la ingenuidad y la buena fé, nos hace tomar decisiones poco acertivas; pero es algo que me tocaba vivir y aguantar, para aprender muchas cosas que no quiero ser jamás, y valorar otras tantas....
Afortunadamente, el camino transitado, me trajo hasta este instante, en el que puedo escribir, reflexionar, y pensar... todo aquello que no hice durante esos dos largos años....
En fin... aun hay mucho por contar aqui...
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